Informe #3// El último gato por liebre de la municipalidad de Valparaíso

No es nuevo. La Municipalidad de Valparaíso está empeñada, con su alcalde Jorge Castro y su directora de patrimonio Paulina Kaplán, en que la ciudad-puerto permanezca como Patrimonio de la Humanidad, y para ello realiza acciones de diverso tipo. La expresión “Patrimonio Cultural Inmaterial” recorre calles y cerros con más fuerza que el viento que, en estas fechas, remece techos y postes. Ora se usa para calificar el desfile de las glorias navales, ora se usa para designar al circuito de cafés de plaza Aníbal Pinto, o a los bomberos o al vía crucis del cerro Placeres.

Pero en ocasiones el exceso de iniciativa genera situaciones curiosas. El pasado domingo 3 de julio se pretendió hacer pasar los pastelones que se inauguraban en la plaza Anibal Pinto como obra de la fallecida escultora María Martner, cuestión que fue rápidamente refutada por su hija María Eugenia Velasco, durante el acto aquel, ceremonia que, dicho sea de paso, contó con muy escaso público, aunque sí con notable custodia policial y abundante presencia uniformada.

Para la alcaldía actual, en manos de la derecha más integrista, el patrimonio cultural es una operación. Y sí que lo es. En estos días, en Valparaíso se libra una batalla simbólica. Para ellos: Un puerto que ama los desfiles y sus héroes navales, carente de conflictos y con mística poética para los turistas despistados.

Más información sobre el “malentendido”, aquí.

Y una antigua entrevista a María Martner aquí:

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